martes, 6 de septiembre de 2011

El color del dinero, ¿va a ser ese el color de la educación pública?


Mientras analizamos la zanahoria que la Consejería de Educación se saca de ¿la manga?, escuchamos las declaraciones de la señora Botella en la radio y nos dan ganas de tirarle la zanahoria a la cara. La propia educación nos impide hacer algo de lo que, naturalmente, nos arrepentiríamos más tarde.

La señora Botella no, no se acaba de enterar de que en la educación, para impartir cada una de las 18 ó 20 horas de clase semanales hay que cumplir un número de horas que la propia oficialidad cuantifica en 37,5 h / semana pero que la realidad contradice y normalmente alarga.

Sin perder el tiempo, Sra Botella, aprenda de una vea para siempre que nuestras tareas profesionales -cada día, semana y mes del curso- consisten en:

- programar, debatir, adaptar las programaciones a cada uno de los grupos y niveles de enseñanza que se nos encarga al principio de cada curso.

- preparar todas y cada una de las lecciones que impartimos, salvo que la Sra Botella piense que nos aproximamos al aula con las manos en los bolsillos y la seducción de nuestra voz.

- colaborar con el respectivo departamento en coordinar la propia tarea docente en consonancia con los cambiantes requisitos, procedimientos, materiales y medios de enseñanza.

- elaborar los materiales propios para llevar a cabo la evaluación del progreso de nuestro alumnado en clase.

-atender al alumno cuando viene a tí planteando cuestiones, necesidades, expectativas,... lo que sea, porque el alumnado tiene derecho a que le dediques ese tiempo que el horario individal del profesor cuantifica debidamente.

- colaborar en la elaboración de los materiales de evaluación de nuestro alumnado. Al final de cada curso se enfrentan a exámenes "unificados" o externos para poder progresar en su promoción académica, por lo que el interés del profesor está naturalmente comprometido en esta tarea.

- colaborar con el departamento en la realización de exámenes de certificación: alumnos oficiales y libres ponen su confianza en nosotros para tal tarea.

- organizar la programación y celebración de actividades de caracter cultural para el apoyo al aprendizaje de idiomas.

- colaborar con los departamentos de tecnología de la información y de la comunicación y de biblioteca para integrar sus medios y materiales en la práctica docente y discente.

- detraer de tu tiempo el requerido para mantenerte al día, formarte y adaptarte a los cambios pedagógicos y -acuciante- tecnológicos.

De todas las tareas anteriores normalmente respondemos por medio de cuestionarios de evaluación que nuestros alumnos completan al final de cada año académico. Nos queda por ver los cuestionarios de evaluación del sistema educativo por todos sus actores.

Es profundamente lamentable y humillante que la Sra Botella insista -en pleno uso de su ignorancia (?) manipuladora, irrespetuosa y maliciosa- en transmitir a la sociedad una imagen tan deplorable del trabajo de unos profesionales que forman parte esencial de los servicios que presta la Comunidad de Madrid al ciudadano.

Como ciudadanos que exigen una rendición de cuentas, exigimos que se nos explique:

¿Para qué les sirve a nuestras lideresas las campañas publicitarias de promoción de la autoridad y respeto al profesorado?

¿Acáso la Señora Botella no se ha enterado todavía que el interinazgo es una institucion creada al servicio de la administración educativa?

¿Tiene acceso a twitter esa señora? -quizás lo siguiente por su parte sea arrepentirse mediante twitter de su incontinencia verbal: insultar en público, disculparse con la boca chica.

Exigimos una penitencia seria y el propósito de la enmienda, pero no mediante Twitter como la presidenta de la Comunidad de Madrid. De no ser así, le pedimos que ceda su puesto a otros que controlen sus declaraciones, no insulten, y aprendan lo que hacemos los ciudadanos de a pie que nos sentimos felices de prestar un servicio que creemos útil.

Continuará




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