viernes, 16 de octubre de 2009

¿Acoso acáso?

Ya no interesamos a los que mandan: ni nos entienden ni nos saben ubicar. Para lo único que les hemos servido a los políticos, y ya menos, es para ganar votos en las elecciones locales. Se ve que los idiomas dieron votos -pero sólo una vez.

A medida que las antiguas "Escuelas Oficiales de....(lo que sea)" fueron refugiándose bajo el paraguas universitario en los últimos cuarenta años, los políticos empezaron a tener problemas para ubicarnos a los de idiomas en el país de la universidad en cada esquina.

De forma paralela, la enseñanza no universitaria a adultos de España casi siempre ha abundado en la pobreza de ideas, y no por falta de adultos ni de necesidades. Esta casi se limita a nocturnos, alfabetización, .... y un montón de ofertas imprecisas, paralelas y discontinuas -on/off- a costa de los programas sociales de las cajas de ahorros, ayuntamientos, acción social, etc.

A pesar de todo, los idiomas siguen vendiendo y ahí está la clave. Hay pelea por el pastel al menos del inglés: los "bogan" -curiosa forma de pronunciar Vaughn- jouminglis, las otras respetables ofertas de inglés obnubilan el seso de nuestros dirigentes que -tras el invento de los llamados "colegios bilingües" creen que ya basta de gastar dinero en los idiomas. No se dan cuenta estos de que la I de EOI no significa inglés. Tanta EOI en pos de tanto voto oportunista cuesta mucho presupuestariamente.

Tampoco es asumible ponerse a cerrar Escuelas Oficiales de Idiomas. Así que buscan formas sibilinas de jibarizar la oferta. ¿Cómo? Pues siguiendo una rica variedad de instrumentos quirúrgicos, a saber:

Reducen la flexibilidad de la nuestra, el número de convocatorias de exámenes a pesar de que somos entidad certificadora, obligan a nuestros clientes adultos a preinscribirse cinco o seis meses antes del principio del curso, recortan currículos que antes llegaban más lejos, devalúan certificados que antes certificaban más, disuelven equipos humanos que tratan de prestigiar la evaluación, despiden sin contemplación a profesores contratados días antes, establecen ratios mínimas o máximas inasumibles, recortan presupuestos, ponen trabas a una oferta sensata, flexible y pensada para adultos que, perplejos, empiezan a desistir de entrar en nuestras aulas. En fin, niegan a las EEOOII el pan y la sal.

Nuestros alumnos pasan por nuestras aulas unas cuantas horas cada semana y, muchas veces, no tienen tiempo ni de informarse de todo esto, hasta que sorprendidos se dan de bruces con el hecho consumado: lo arrojan de nuestras aulas a la oferta privada para completar su formación.

No en todos los idiomas hay oferta privada. Ésta, muy respetable pero muy cara y a veces inexistente, no cumple con esa apreciada función social del estado del semi-bienestar en una sociedad que paga impuestos a cambio de servicios de calidad y arraigo.

No sólo nos recortan por arriba, también cortan la hierba bajo nuestros pies.

Continuará

2 comentarios:

Mikel dijo...

Me he quedado perplejo al leer algunas entradas del artículo anterior, de claro tinte político y de descalificación contra lo que aquí se pretende defender: la necesidad de las EEOOII y su excelencia. Quien no esté conforme con las EEOOII tenía y tiene lo privado. Atacar (y no criticar) a lo público es negarse a uno mismo sus propios derechos.

Anónimo dijo...

Son cosas que ocurren, gente que no discurre. El caso es que uno no sabe el porqué esas pataletas. Sospecho que se trata de gente que está dentro y no nos quiere bien.

No merecen más atención.
Saludos, Mikel